Poco después de que se resolviera no tratar la renuncia de Lisandro Argiró a la banca de concejal para seguir secretario de Gobierno de la Municipalidad de Yerba Buena, los concejales afines al proyecto político del intendente Mariano Campero resolvieron abandonar la sesión.
Javier Jantus, Marcelo Rojas y José Macome se pusieron de pie y abandonaron la sala, pese a las advertencias del presidente del Concejo, el radical Benjamín Zelaya, de que lo que estaban haciendo no se adecuaba al reglamento interno del cuerpo.
El trío le respondió (entre gritos de uno y otro lado) que les estaban cercenando, de modo constante, el uso de la palabra. En consecuencia, sostuvieron, no tenía sentido continuar ahí.
“No podemos ni hablar. Las agresiones que hemos recibido han sido innumerables. Me han dicho rugbista violento, lobbista y menos inteligente que otros”, expresó Macome. Agregó que, por orden de la Presidencia del Concejo, la Policía les había negado el ingreso al recinto a muchas personas, a pesar de que había lugar para que presenciaran el cónclave.
“Es imposible participar de modo democrático del debate. No nos han dejado otra alternativa”, añadió Jantus, sobre su salida. Una vez afuera, declaró que sus pares se han complotado para impedir que Aranda asuma como concejal, con el objetivo de contar una mayoría “ilegítima” que les permita manejar el Concejo.